(Septiembre,1973)
Y que importa
que el sueño
no me llegue;
que yo sea
o ya no sea.
Y que importa
una cuenta
ya pagada.
Y que importa
que mi angustia
nadie vea.
Y que importa
que mi gente
sea un punto
de una “i”
en una hoja,
que en la imprenta
se quedara abandonada,
y que, por el suelo,
pisoteada,
con arrugas
y entintada
unas botas
van rajando
lentamente.