Aquí le van compañero
las noticias que pidió,
ojalá le lleguen por mano,
sino el que jode soy yo.
Empezando por su vieja,
compañero Juan Verdejo,
de ella no le dejaron
ni un atado de pendejos.
La agarraron en su casa,
preguntaron por usté
y le vendaron los ojos
porque querían y ¿qué jué?
Ni orden de allanamiento,
ni una palabra cortés,
metralleta y a patadas,
ese es el sistema, pues
Empezaron con pitillos
y las uñas de los pies
luego los ojos, mi cumpa,
y se desmayó después
Dicen que aguantó diez días
y que les gritó “maricas”
cada vez que le aplicaban
corriente por las verijas
A su hijo, el menorcito,
lo culearon entre tres
delante de la comadre
pa’ver si hablaba de usté
Pero no soltó la pepa
y murió pidiendo a gritos
«No te entregues Juan Verdejo,
venganza pido a toítos»
A las cabras mayorcitas
también se las destruyeron.
No las mataron, compadre,
pero las prostituyeron
Las llevaron arrestadas
varias veces de la pega.
Un día el patrón les dijo
hasta aquí no mas les llega
Les dijo que comunistas
no habría en la fuente e’soda
que las hijas de los rotos
nacen pa’ que se jodan
Y por ahí andan ahora
flaquitas como dos lauchas
acostándose con quien sea
pa’ juntar nas pocas chauchas
Así sostienen al Lucho
que anda re’ bien escondido
y después del toque e’ queda
se arriesga por el partido
Su familia, compañero,
destruida fue enterita.
A su cuña lo encerraron
con la típica huevadita
Dijeron que tenía armas
escondidas en su casa
l’hacha, el martillo, clavos
¡putas, mensa amenaza!
Lo declararon altiro
«marxista complotador»
y prisionero de guerra
lo tienen en Peñaflor
También, cuando lo juí a ver,
un ¡muñón en vez de mano!
y el gendarme de la puerta
dio vuelta la cara, hermano
Entretanto lo’ desgraciados,
que con el golpe aplaudieron,
ya no hacen cola en la esquina
los víveres se aparecieron
Creen todas las mentiras
que estos cabrones parieron
con la ayuda de los yanquis
en largo y verde dinero
De la noche a la mañana
la propaganda cambió
el “mange” que no había
al mercado apareció
En menos de dos semanas
se gestaron los terneros
hubo carne de inmediato
¡milagro! pues, compañero
Los momios que’l buen billete
saca’an d’l mercado negro
apretaron cuando les dijeron
que de “cana” había peligro
De desmentir al El Mercurio
no hubo necesidá
ahora no se hacen colas
pero nadie compra ná
Y las hijas de los ricos,
y las mierdas arrivistas,
de putas a las embajadas
pa’conquistar más divisas
Ya todos se colocaron
-hijitos de su papá-
en puestos con el gobierno
y dale con hacer huevás
Los que animaban la cueca
oyendo Radio Agricultura
ahora están sorprendidos
por la falta e’compostura
Las groserías que a diario
acostumbraban a oír
ahora las prohibieron
ya no se pueden decir
Y los momios que gozaban
leyendo pornografía
hasta eso les quitaron
¿quién de los milicos se fía?
Había profesionales
en toas las universidades
que creían en los cambios
pasando necesidades
A esos los arrestaron
los echaron de sus cargos
y ahora son milicos brutos
los rectores, “los en cargo”
Es mucho lo que ha pasado
después del maldito golpe
la garganta se me aprieta
y las venas ya se me rompen
Yo nunca creí, compadre
que por seguir con las leyes
el gobierno popular
cayera ante estos bueyes
Si me acuerdo que’l abuelo
decía cuando yo era chico
«cualquier oficio te ei de dejar
pero too, menos milico»
Y ahora estos gaznápiros
vendido a los CIA gringos
le chupan la vida a Chile
como si jugaran bingo
Que les importa a ellos
que maman el buen dinero
mientras el Estado de Sitio
les doblen su sueldo entero
Y como buenos valientes
lo que en Panamá aprendieron
lo aplican a sus hermanos
sacándole confesiones de lo que nunca hicieron
Aquí termino compadre,
mi querido compañero,
ya me mirará cuando vuelva
convertido en puñetero