Era yo una cabra chica
y me entretenía en mirar
como los gallos a la micro
se subían sin pagar.
En las Pila-Cementerio
la cosa era al revés
unos hombres con Coronas
se subían por atrás
y mandaban, mano en mano,
el pasaje pal chofer.
Nunca llegaba completo
y si llegaba no sé.
Era tal el apretuje
que yo no podía ver.
Puñados de mi cultura
me tiraron sin querer.
¡Era tanta cosa rara
que se veía viajando!
Fue mucho lo que aprendí
en la escuela de la micro.
Me codeé con la miseria,
la honradez y l’ambición.
Vi asombrada varios robos,
un parto y tres violaciones.
Y me sentí emocionada
cuando un día en la Alameda
un chofer aceleró
porque una señora chillaba
que se iba a “mejorar”.
Viajé sintiendo agarrones,
me dieron y di empujones
y hasta me aprendí a bajar
de la micro, sobre andando.
Los cabros de poblaciones
subían, moco colgando,
con costras en la cabeza
la cara y hasta en las manos.
Cantaban con voz vibrante
la ranchera mexicana
“…pero ya estaba escrito
que aquella noche
peldiera su amol.”
Las señoras se sacaban
del escote una chauchera
y dejaban uno o dos pesos
en la palma pedigüeña.
Bajaban sobre corriendo
y subían a otro bus
tosiendo tuberculosis
y escupiendo los desgarros.
Cuando llegaron los troleys
los cabros corrieron riesgos
colgaron de los tirantes
y murieron chamuscados.
No hubo quien prohibiera
tener su viaje “de pavos”.
Otros ya más grandecitos
subía en Ahumada
“A peso el paquete e’chicle”
“Aquí le tengo peineta”
Y “un buen surtido de aguja”
Eran gritos familiares
esperando la luz roja
o, si faltaba el semáforo,
al paco que diera vuelta.
Me acuerdo muy re clarito
cómo era la cuestión.
Los pacos subían gratis
y se oían los chiflidos
“Bájate, abusador!
No faltaba la señora
que al quejarse de los “rotos”
recibiera alguna flor.
“Bájate vieja e mierda”
“Guen dar la vieja pituca,
cómprate un auto mejol”
“Si no te gusta
te vai a pata. Poh”
Y la alusión olorosa
tampoco se echaba e’ menos
“La voy a correrla
a puro porotazo,
mijita rica”
Por palabras no se queda
esa gente de mi tierra…
Ella quiso quedarse
cuando vio la tristeza
pero ya estaba escrito
que aquella noche…
Si, aquella noche
que se me quedó en la micro.