Dilema Lingüístico

¿Para que sirve una palabra?
Ya no se trata de adornarla,
ni de hacerle cariño,
ni de amarla.
Una palabra es un arma.
En algunos países,
como ejemplo,
se destierra la palabra economía
por no describir
ni ser producto de la Escuela
que reparte Humanidades.

No señor,
la economía
está fuera
de la ciencia
de los hombres.
Como si fuera,
tal vez,
Poder Divino
o producto natural
o ciencia dada.

¿Es que no hay hombres que intervengan,
en esta terrenal
economía?

Y, otra palabra,
ESTADO
viene al caso,
pues también
se la usa muy aparte
de su muy original
pronunciamiento.

El Estado, señor,
es algo vivo
que decide,
contradice y manifiesta
sin que nadie
Io componga
o constituya.

¿Y quién Io crea?
No será, por
ventura algún humano?

Pero es tonto preguntar
por las palabras
cuando en tanta discusión
no se decide
si es el alma del hombre redimida
por una misa en latín
o en castellano.