(Septiembre 1975)
Ese nudo que tengo
en la garganta,
que no pasa.
Esa muestra constante
de amargura
es el timbre,
es el sello
de mi pueblo.
De ese pueblo
que olvidando va
a la fuerza.
La Razón ya no existe
en el escudo;
solo mala frustración,
telenovela.
En desgracia de otros
se consuela.
Otras curvas de inflación,
otras matanzas.
Le robaron ya
primera plana,
cruel periodismo del hoy
no pasado,
no mañana.
Chile.
Pobre país abandonado.
¡pobre pueblo
que figura sólo
por terremotos
o desgracias!
Sólo un grito podría redimirlo
en un coro de voces de venganza
(pues no vale ya esperanza)
Sólo cabe una marcha total
en el futuro…
y veremos si en mi tarde
ya no queda
ese nudo en la garganta.