Etiquetas

Escudados en nombres
nos movemos.

Nos ponemos etiquetas,
nos llenamos de sellos
y estampillas.

Nos leemos en libros,
y nos vemos retratados
con blasones y medidas.
Nos llenamos con letras
y nos enviamos
— como paquetes—
de un curso a otro
de una a otra universidad,
acompañados de más papeles.

Nos hablamos con clichés
y lugares comunes,
y no nos basta con clasificarnos
nosotros,
sino que criticamos
la manera
en que otro se leyó
a si mismo.

Nuestra historia en letras
es tan larga
que convertida papel
ardería por siglos
en la hoguera,
como tantos hombres
que cometieron el error
de escribir
sobre algún tema,
que dejara a un lado
nuestros nombres,
nuestros rangos
y etiquetas.