El Peroné

Hace años por la radio
se escuchaba una tonada
cuyas palabras dormidas,
y en mi conciencia grabadas
he revivido, con gusto,
pa’ contárselas a Usté
La canción, en consecuencias
decía así, fíjese:

Mañana por la manana
te espero Juana
en tu balcón.
Te juro, Juana
que tengo ganas
de verte la punta ’el pie.
La punta ‘el pie,
la rodilla,
la pantorrilla
y el peroné.
Te juro, Juana
que tengo ganas
de verte la punta
‘el pie.

Y en la inocencia dorada
de mi lejana niñez
me imaginaba rosado al extraño peroné.

Y he pensado y repensado
que con todo lo que sé,
que a pesar de los estudios,
la profesión y los años,
que a través del diccionario
conducente al Pe, Hache, De.
todavía no defino
no recuerdo, ni Io sé
que será o donde quedaba
el hueso del peroné.